• Mientras la amenaza de la COVID-19 aún persiste dos años después del inicio de la pandemia y el brote de viruela del mono está lejos de ser contenido, un nuevo virus de origen animal detectado en China ha hecho saltar las alarmas en la población. Se trata de Henipavirus Langya.
  • Sin embargo, aún es muy poco lo que se sabe sobre él y es pronto para determinar su peligrosidad, por lo que los científicos están vigilando la propagación del nuevo henipavirus Langya (LayV) en China, donde ya se han registrado decenas de casos.
  • Los henipavirus se transmiten normalmente a través de fluidos, y suelen tener origen animal; A causa de ello, no es frecuente un contagio de humano a humano, aunque en el caso actual los investigadores mantienen la cautela por tratarse de un brote nuevo y todavía poco documentado.
  • No hay que tratarlos a la ligera. El henipavirus Hendra, por ejemplo, puede provocar infecciones en los humanos que van de las asintomáticas a las que generan problemas respiratorios graves o incluso encefalitis en los casos más severos.
  • El coronavirus, obviamente, sí se transmite de persona a persona, tanto por mucosa o fluido como por vía aérea y contacto con objetos tocados recientemente por personas portadoras del virus.
  • El henipavirus Langya pertenece a la misma familia que los mortales virus Nipah y Hendra, la familia de los henipavirus.
  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta familia de virus es muy peligrosa, y se calcula que el Nipah tiene una tasa de mortalidad de entre el 40% y el 75%, mucho más alta que la tasa de mortalidad registrada por la COVID-19.
  • No está claro el grado de peligrosidad del virus Langya para la humanidad, ya que todos los pacientes que han contraído el virus en China han experimentado hasta ahora síntomas leves parecidos a los de la gripe, y no se han registrado víctimas mortales relacionadas con él.