Desde que estalló la pandemia del COVID-19, el virus acumula diversas variantes que han mermado, en mayor o menor medida, la recuperación total de varios países. A lo largo del tiempo se han conocido varias alteraciones del coronavirus y, la última de ellas, tiene un curioso nombre: ‘perro del infierno’.

El origen de este apodo que ha surgido en redes sociales se debe a las previsiones de los expertos sobre esta variante. Es por ello que algunos usuarios la han bautizado como ‘perro del infierno’, haciendo referencia a la mascota de Hades, dios de la mitología griega y que cuida las puertas del inframundo.

Síntomas de la variante ‘Perro del Infierno’
Los síntomas de esta nueva variante BQ.1 y sus subvariantes, produce los siguientes problemas de salud:

Dolor de garganta
Tos
Malestar general
Afonía
Diarrea
Secreción nasal
Cómo afectará la variante ‘perro del infierno’
Cornelius Roemer, investigador de la Universidad de Basilea, advirtió en Twitter de que B.Q.1.1, ligada a la variante ómicron, será mayoritaria a finales de noviembre y principios de diciembre. Y es que, según los datos, todo apunta a que podría ser un 10% más contagiosa, todo ello que además se suma el hecho de que durante el otoño crecen las infecciones respiratorias y los virus.